Está repleta de antioxidantes que ayudan a reparar las células de la piel y neutralizan los radicales libres dañinos. Las toxinas, las impurezas, la suciedad y el exceso de aceites no deseados se extraerán de la piel sin resecarte demasiado.
Aplicación: Mezcle unas cucharaditas de la mascarilla en polvo con unas cucharaditas de agua tibia, aceite, miel o té de hierbas en un recipiente que no sea de metal para formar una pasta. Deje la mascarilla en su piel de 10 a 20 minutos. Remueva la mascarilla con agua tibia y seque su piel.