En nuestro cuerpo se encuentran tejidos conectivos. Ejemplos de esto son la fascia, la dermis (la capa más profunda de la piel), músculos, tendones, cartílagos y tejidos que rodean el cabello y las uñas. El colágeno es la proteína principal que compone estos tejidos, llegando a ser el 70% de la proteína de nuestra piel. Afortunadamente, el cuerpo humano está diseñado para producir su propio colágeno cuando le proveemos constantemente de los nutrientes necesarios.
Las fuentes principales de colágeno son de origen animal. Sin embargo, también es posible estimular la producción de colágeno en nuestro cuerpo consumiendo frutas y vegetales que aporten nutrientes que refuerzan el mecanismo para incrementar su producción. Algunas fuentes para ayudar en este proceso son las siguientes:
Prolinas: Uno de los aminoácidos que forman las proteínas de los seres vivos. El consumo de espárragos, habichuelas, coles, pepinillos y garbanzos entre otros estimulan su producción.
Vitamina C: Brinda oxigeno e hidrogeno a los aminoácidos para que puedan producir colágeno. Se encuentra en abundancia en muchas frutas y vegetales como el brócoli, coles de bruselas, coliflor, frutas cítricas, kale, kiwi, mango, papaya, pimientos, piña y fresas.
Antocianinas: Tienen propiedades antiinflamatorias y estabilizan el colágeno previniendo el daño de los radicales libres. Se encuentran en las zarzamoras, moras, grosellas, cerezas y frambuesas entre otros.
Cobre: Aumenta la producción y utilización del colágeno y la elastina, además de facilitar la creación de su estructura. Fuentes vegetales de cobre incluyen semillas de girasol, lentejas, almendras, albaricoques, chocolate oscuro y hongos comestibles.
Lisina: Interviene en la producción de colágeno y lo protege del daño enzimático previniendo la pérdida de densidad ósea. Entre sus fuentes de origen vegetal se incluyen el tofu, la levadura de cerveza y la espirulina.
Arginina: Estimula a que las células responsables de crear la masa ósea sean más activas. Entre sus mayores fuentes se incluyen los huevos, semillas de sésamo, espirulina, la pulpa del coco, el yogur cultivado, el kéfir y los quesos crudos.
Vitamina A: Ayuda a estimular la producción de colágeno y solo se encuentra en alimentos de origen animal (retinol). Las fuentes vegetarianas altas en beta-caroteno, el cual nuestro cuerpo debe convertir en vitamina A para ser utilizado son los albaricoques, el brócoli, las zanahorias, el kale y las patatas dulces entre otros.
Manganeso: Aumenta la producción de colágeno y elastina estimulando a la enzima responsable de formar la prolina, especialmente en el proceso de sanar las heridas. Fuentes vegetales se incluyen vegetales de hojas verdes, nueces, piñas, algas marinas y otros vegetales marinos, así como también granos enteros.
Zinc:Activa las proteínas responsables de producir colágeno. Fuentes vegetales de zinc incluyen predominantemente semillas, nueces, and habichuelas.
Beneficios del colágeno vegetal para uñas, cabello y piel
Además de los beneficios a la salud y bienestar general del colágeno a nivel interno, se ha comprobado mediante estudios que los productos hechos a base de colágeno como jabones, cremas y productos para el cabello han demostrado su efectividad no solo en mejorar la elasticidad y la humedad en la piel, sino también estimular el crecimiento de un cabello fuerte y abundante y a fortalecer y rejuvenecer las uñas.
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